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*Ana María Bacigalupo abordó el tema “Convivencia y salud mental en comunidades educativas”.

“Convivencia y salud mental en comunidades educativas” fue el tema que abordó la académica Ana María Bacigalupo, de la Escuela de Psicología de la Facultad de Ciencias Sociales UV, en el programa “Espacios de cuidado”, encuentro semanal que se desarrolla todos los jueves a través del canal YouTube del Instituto de Seguridad del Trabajo.

La conversación con la académica se centró en la convivencia y salud mental en las comunidades escolares, a partir de las numerosas noticias que han aparecido con frecuencia en los medios de comunicación del país sobre actos violentos en establecimientos educacionales.

La psicóloga indicó que se trata de un tema muy complejo, que se vio aumentado con la pandemia. Expresó que esto levanta un desafío para las comunidades educativas ante un elemento común, y es que “la escuela no puede seguir siendo la misma que era antes de los fenómenos de los últimos años, y por lo tanto las convivencias en las comunidades también deben cambiar. Aunque eso sea muy evidente, no ha ocupado el espacio que merece a la luz del Chile de hoy. (…) El habitar de la escuela está muy disociado de lo que está pasando en el país, salvo algunas experiencias maravillosas de escuelas que se han apropiado de lo que nos está pasando y lo han puesto como centro de sus procesos educativos (…), escuelas que se han desmarcado de una educación convencional”.

Por otro lado, indicó que si bien la violencia siempre ha estado presente en la humanidad, hoy día constatamos que se ha complejizado la expresión de la violencia, aumentando desde que se lleva registro y con una gran cobertura mediática, a la vez que se han ampliado los ámbitos en que se ejerce la violencia, las edades en las que aparecen las experiencias de ejercicio de violencia, y la gravedad de esas comisiones. En lo cotidiano, dijo, muchas situaciones de conflicto se están resolviendo por la vía de la violencia.

A lo anterior se suma, indicó Ana María Bacigalupo en la conversación, la prolongada exposición a pantallas, que ha generado biológicamente una propensión a la irritabilidad, tanto por la cantidad de horas como por los contenidos que ven las niñas, niños y adolescentes.

Asimismo, destacó otro elemento, cual es que en el ámbito escolar ha habido un mayor énfasis en la prevención del contagio, omitiendo en muchos casos el resguardo de la salud mental, el desarrollo socioemocional, la convivencia y la adaptación al reencuentro.

La psicóloga indicó que todos los integrantes de la comunidad escolar deben enfrentar en conjunto este fenómeno. Enfatizó que es indispensable hacer un abordaje colectivo, en que participen las comunidades en conjunto. La solución, subrayó, pasa por sentarnos a conversar, que parece ser muy sencillo pero que no sucede. “Es necesario escuchar a los niños y niñas. El ambiente de aprendizaje debe ser un entorno seguro, que ellos sepan que está bien sentir emociones y expresarlas. La contención en el espacio educativo es fundamental”, dijo, y agregó que es necesario un espacio de adaptación, un período de ajuste, que va más allá de uno o dos meses, sino que hay que pensar en un año de transición. “Tenemos que pensar qué necesita el otro, para reencontrarnos y darnos la mano y hacerlo en colaboración con otros y otras, sin pasar por sobre los otros. Con cuidado, con paciencia y con empatía”, enfatizó.

El espacio se encuentra disponible en el enlace https://www.youtube.com/watch?v=OnoIlo0v_Ag.