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Facultad de

Ciencias Sociales

Con la entrega de reconocimientos a docentes y personal administrativo destacado, Escuela de Trabajo Social UV celebró sus 80 años de existencia

29 de Septiembre 2025

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Rector y autoridades institucionales destacaron el carácter pionero del plantel más antiguo de Chile y de América Latina en impartir la disciplina con carácter universitario.

En una solemne ceremonia que se desarrolló en el marco de la conmemoración de los cien años del surgimiento del Trabajo Social como disciplina en América Latina, la cual incluyó la entrega de reconocimientos a docentes y personal administrativo destacados, la Escuela de Trabajo Social de la Universidad de Valparaíso celebró sus ocho décadas de existencia.

El acto tuvo lugar en el auditorio de la sede Hontaneda y fue encabezado por el rector Osvaldo Corrales, junto al director del plantel anfitrión, Mauricio Ureta. Le acompañaron, entre otros, el vicerrector académico, Carlos Becerra; el vicerrector de Gestión Institucional, Christian Corvalán; la vicerrectora de Investigación e Innovación, Marcela Alviña; la vicerrectora de Vinculación con el Medio, Paulina Gundelach, y el decano de la Facultad de Ciencias Sociales, Gonzalo Lira, además de estudiantes e invitados especiales.

En la ocasión, las autoridades presentes relevaron el hecho de que la actual Escuela de Trabajo Social de la UV es heredera de la primera institución que impartió esa disciplina en Chile y en el ámbito latinoamericano, a partir de 1925, bajo la dirección del doctor Alejandro del Río y como unidad dependiente de la antigua Junta Nacional de Beneficencia y Asistencia Social. Posteriormente, en 1945, al alero de la Universidad de Chile, y con sede en Valparaíso, se trasformó en la primera entidad académica en impartir la profesión con título universitario, con miras a sistematizar su enseñanza y técnicas de intervención.

Su carácter pionero fue destacado por el rector, quien en la ocasión pronunció un discurso en el que valoró, de manera particular, los aportes e influencia que esta unidad ha ejercido desde la propia Universidad de Valparaíso, desde 1981, como heredera de la Casa de Bello.

“La disciplina del Trabajo Social forma parte también de nuestra identidad histórica, de lo que nos define como institución y del aporte que realizamos al desarrollo de esta región y del país. En estas ocho décadas que han pasado, muchas cosas han cambiado, y esta Escuela se ha ido desarrollando de manera paralela, siendo capaz de adaptarse positivamente a esas transformaciones, lo que a la vez le ha permitido impactar de gran manera, positivamente, en su entorno”, afirmó.

En línea con lo anterior, Corrales sostuvo que el gran desafío que la Escuela de Trabajo Social de la UV tiene por delante es seguir aportando a la disminución de las innumerables brechas  y deudas que en Chile siguen abiertas en materia social y de desarrollo humano. “Es por eso que más que antes necesitamos que este plantel continúe contribuyendo, por otros ochenta años y muchos más, a la construcción de un país más justo, más integrado y capaz de hacerse cargo de las necesidades de las personas que en Chile tienen menos recursos para realizar sus proyectos de vida”, sentenció.

Testigo del devenir social

Las palabras del rector fueron complementadas por el decano de la Facultad de Ciencias Sociales, quien por su parte sostuvo que la Escuela de Trabajo Social responde al empuje de un grupo de personas visionarias que comprendió, mucho antes que otras, que la formación en esa disciplina debía tener un lugar en la formación universitaria, en la investigación, en el pensamiento crítico y en la acción concreta.

“Esta Escuela no solo ha sido testigo del devenir social, político y cultural de nuestro país. ¡Ha sido protagonista! Desde su creación, formando profesionales que han estado en la primera línea de los Derechos Humanos, de la protección de la infancia, de la promoción de la equidad de género, del fortalecimiento comunitario y de la construcción de políticas públicas con enfoque de derechos, siendo capaz de mantenerse fiel a sus mejores tradiciones pero a la vez mostrando un impulso innovador y renovador de su quehacer”, aseguró Gonzalo Lira.

La última autoridad en intervenir en la ceremonia de celebración de los ochenta años de existencia de la Escuela de Trabajo Social de la UV fue su director, Mauricio Ureta, quien agradeció a las autoridades universitarias y a quienes lo antecedieron por todo el apoyo brindado y el trabajo realizado.

“Lo que hoy somos es gracias a que profesoras y profesores, estudiantes, funcionarias y funcionarios, desde 1945 a la fecha, han mantenido vivo el fuego de la esperanza y de la dignificación de las personas, lo que trasunta en una labor que busca hacer que estas últimas, aun en las peores circunstancias, tengan mejores oportunidades para tener una vida mejor”, concluyó.

Reconocimientos

El momento cúlmine de la ceremonia correspondió al homenaje que la Escuela de Trabajo Social brindó a docentes y personal administrativo destacado de ese plantel, a quienes entregó un reconocimiento especial por sus aportes al desarrollo y la proyección de esa unidad.

Se hicieron merecedores de este estímulo Pedro Torres Mella, auxiliar con más de treinta años de servicio; Carla Oyarzún Pinochet, exalumna, colaboradora en aula y actual directora regional del Servicio de Protección Especializada a la Niñez y Adolescencia; Rosa Valenzuela Seeman, una de las primeras secretarias de la Escuela, quien desempeñó un rol fundamental en los inicios y consolidación de su comunidad académica; Ketty Cazorla Becerra, exalumna y profesora, cuyo aporte ha sido clave en la docencia, la gestión curricular y la supervisión de prácticas desde 2006; Roxana Ruiz Arancibia, actual secretaria de Dirección, quien es considerada pilar de la gestión administrativa y del acompañamiento al quehacer académico del plantel, y Jhon Yauri Maguiña, académico y profesional peruano, referente del trabajo social clínico en América Latina y actual prefecto regional de Lima.

Medalla Mary Richmond

Además, en la oportunidad la Escuela de Trabajo Social de la UV otorgó la Medalla Mary Richmond, su mayor distinción, a tres profesionales vinculados a este plantel que han contribuido de manera significativa al desarrollo de la profesión y al fortalecimiento del quehacer académico y social en Chile y el continente.

Este galardón lo recibieron la académica mexicana Magaly Blas, el académico argentino y profesor Cristian Pinedo Acuri y el profesor chileno Rodrigo Cabrera del Valle, quienes desde sus respectivos ámbitos han aportado en sus quehaceres a la justicia social, la innovación metodológica y la construcción de saberes colectivos, inspirando a nuevas generaciones de profesionales.

Registro de tesis

Como una manera de rendir un reconocimiento especial a la Escuela por sus ocho décadas, el decano y la vicedecana de la Facultad de Ciencias Sociales, Gonzalo Lira y Cecilia Concha, respectivamente, hicieron entrega al director Mauricio Ureta de los registros históricos de los exámenes de título presentados por todos los estudiantes que egresaron de la carrera de Trabajo Social desde 1945 hasta hoy. En ellos figuran los nombres de sus autores, el título de cada trabajo y la nota obtenida.

A estos gestos se sumaron también los saludos que en modo remoto envió un grupo de profesores extranjeros que mantienen vínculos con la Escuela de Trabajo Social de la UV. Ellos fueron José María Morán, de la Universidad Pablo de Olavide, de Sevilla, España; Gloría López Henríquez, del Instituto Ackermann International, de Estados Unidos; Adriana Angulo Ortiz, de la Red Colombiana de Trabajo Social; Edson Marques Oliveira, de la Universidad Estatal del Oeste de Paraná, Brasil.