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Facultad de

Ciencias Sociales

Facultad de Ciencias Sociales inauguró año académico 2022

22 de Abril 2022

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 *Con conferencia sobre autoridad y coexistencia social impartida por doctora Kathya Araujo.

Las diferencias entre autoridad y autoritarismo y cómo afectan a la sociedad actual, expuso la doctora Kathya Araujo en la conferencia que dictó este jueves en ocasión de la inauguración del año académico 2022 de la Facultad de Ciencias Sociales (Facso) de la Universidad de Valparaíso. El acto fue encabezado por el rector de la casa de estudios, Osvaldo Corrales.

La actividad tuvo lugar en el auditorio de la Facso, en calle Hontaneda, y contó con una elevada asistencia, que consideró a académicos y académicas, funcionarios y funcionarias, y especialmente a estudiantes de las tres escuelas de la unidad académica: Sociología, Psicología y Trabajo Social.

Además del rector, estuvieron presentes la secretaria general de la UV, Daniela Marzi; el decano de la Facso, Juan Sandoval; la secretaria de Facultad, María Angélica Cruz; la directora de la Escuela de Sociología, Daniela Jara; el director de la Escuela de Trabajo Social, Mauricio Ureta, y el director de la Escuela de Psicología, Gonzalo Lira.

Cambios profundos

Tras la visualización de un video que resume las características y objetivos de la Facultad de Ciencias Sociales, hizo uso de la palabra el decano Juan Sandoval, quien valoró la importancia del encuentro presencial tras dos años de pandemia, destacando la capacidad adaptativa tanto de la Facultad como de la Universidad. Sin embargo, dijo, “a pesar de esta capacidad adaptativa es un hecho que los cambios ocurridos en este tiempo han sido profundos. No sólo porque hemos vivido la crisis sanitaria más grave de nuestra generación, sino porque, además, la hemos vivido inmediatamente después de haber experimentado la mayor crisis de legitimidad del sistema político de las últimas décadas. (…) Sabemos que la crisis de legitimidad se encauzó en un proceso constituyente forzado que aún no termina y cuyo resultado será absolutamente crucial para el derrotero político de nuestro país”.

Destacó el doctor Sandoval que “la pandemia nos enfrentó abruptamente a nuestra profunda vulnerabilidad, biológica, psicológica, económica; una vulnerabilidad que no habíamos querido mirar, a pesar de que la crisis ambiental y sus catástrofes recurrentes nos la venían anunciando desde hace ya varios años”.

Otro elemento que manifestó Juan Sandoval fue que “la pandemia nos obligó a una generación que habíamos vivido de espaldas a la muerte, a enfrentarse directamente con ella. No necesariamente porque cada uno de nosotros viviera de la misma forma el miedo a morir por el virus, pero sí por la sensación de vulnerabilidad de la vida de los seres queridos, de los abuelos, de los hijos. (…) La amenaza del virus desnudó la miseria, el abandono, la soledad, nos hizo enfrentar no sólo psicológica sino corporalmente la peor cara de nuestra sociedad contemporánea. Es más, después de enfrentarnos por casi dos años a escuchar las cifras de muertos por Covid (…) resulta imperativo retomar una pregunta que formula Judith Butler en uno de sus últimos ensayos y reformularla en este nuevo contexto: ¿en qué circunstancias es posible llorar una vida perdida? Esta pregunta (…) constituye un imperativo moral para quienes queremos empezar a humanizar ese tiempo y que entendemos que esa tarea comienza por asumir el carácter de acontecimiento de la pandemia, es decir, que su irrupción supuso reestructurar de manera radical no sólo el futuro, sino incluso nuestro propio pasado. Por ello es que después de esta experiencia pandémica no es posible volver a la normalidad, en el sentido de que no hay posibilidad de que el mundo vuelva a ser el que era antes. Lo que hemos vivido o hemos dejado de vivir cambió radicalmente nuestra cotidianidad. El desafío de hoy, por lo tanto, es entender esos cambios, es producir conocimiento sobre ellos”.

Por todo ello, añadió, este año académico implica para la Facso “desafíos que esperemos, podamos asumir en la medida de nuestras posibilidades, en nuestras actividades docentes, de investigación y de vinculación con el medio. Creo que sólo haciéndonos cargo de las preguntas de nuestro tiempo podemos hacer de las ciencias sociales disciplinas relevantes para el bien común. Especialmente cuando trabajamos en una universidad estatal y regional, cruzada por las contradicciones de un sistema de educación superior al que por décadas poco le ha importado que abordemos estas preguntas”.

Tradición y proyecto

La profesora Mónica Iglesias, quien estuvo a cargo de la presentación de la actividad, destacó que esta “combina los ritos y costumbres de nuestra herencia cultural, con el carácter contemporáneo de nuestra labor, que nos convoca en una búsqueda compartida para entender las urgencias del presente y la manera cómo podemos contribuir, desde la Universidad, a construir una mejor sociedad. Es decir, esta ceremonia aúna tradición y proyecto”.

Tras ello, presentó a la profesora Kathya Araujo, quien dictó la conferencia magistral “Autoridad, individuos y coexistencia social”. La doctora Araujo es licenciada en Psicología con mención en Psicología Clínica por la Universidad Católica del Perú, doctora en Estudios Americanos por la Universidad de Santiago de Chile, profesora e investigadora del Instituto de Estudios Avanzados (IDEA) de esa universidad. Ha sido directora del Núcleo Milenio Autoridad y Asimetrías de Poder (Numaap) e investigadora de la Esfera Familia y del Área Teoría y Política del mismo centro.

Mónica Iglesias destacó que la invitada “es una de las sociólogas que mejor conoce la sociedad chilena contemporánea y las transformaciones que han operado sobre ella en los últimos 40 años. (…) Su trabajo nos insta a poner atención a esas dimensiones de la vida social en las que están ocurriendo transformaciones profundas, en términos de vínculos sociales, de culturas, de principios orientadores, y nos obliga a reflexionar sobre esos procesos, ese trabajo de la sociedad sobre sí misma, más allá de los cambios institucionales y de los reacomodos políticos”.

Autoridad, individuos y coexistencia social

La expositora Kathya Araujo partió por destacar el peso simbólico de inaugurar el año académico de la Facso, a la vez que explicó qué la motivó a escoger el tema “Autoridad, individuos y coexistencia social”, señalando: “La cuestión del ejercicio de la autoridad es uno de los desafíos más importantes para la sociedad chilena hoy. (…) Pienso que es nuestra responsabilidad principal como cientistas sociales hacernos cargo de aquello que, como la cuestión de la autoridad, pone en tensión de manera tan íntima a los individuos, a las instituciones, o sea, a la coexistencia social”.

Siendo la autoridad un elemento esencial para el desarrollo de muchas tareas sociales, es imprescindible para hacer posible la vida social misma, dijo la expositora, planteando que “es un tema álgido además porque los momentos de recomposición relacional como los que estamos atravesando nos abren la posibilidad de salidas muy promisorias, pero también a la amenaza de derivas más bien amenazantes, como por ejemplo retornos autoritarios o ensayos totalitarios”.

A su juicio, en este tema es necesario identificar nudos críticos que si no se resuelven “pueden conducirnos a desenlaces que serán muy erosivos”. Explicó que el ejercicio de autoridad es algo que todas las personas deben hacer en su vida cotidiana, para luego detallar tres diferentes acepciones del término: una, autoridad como la persona designada socialmente para cumplir ciertas funciones, como es el caso del presidente de la nación; dos, un atributo individualizado, una suerte de superioridad que no tiene un correlato material y que implica capacidad para influir sobre los demás, y tres, cuando se usa para dar cuenta de una forma de relación e interacción social en que participan al menos dos personas y en que las acciones de una de ellas impactan sobre la segunda y viceversa, siendo el primer impacto el más importante porque determina las reacciones de la segunda persona.

La investigación de la doctora Araujo se centra, explicó, en la tercera acepción. “Mi preocupación es por las maneras en que se están desplegando las relaciones sociales, cómo se están desplegando las relaciones de autoridad en la sociedad”. Y sobre la importancia de la autoridad para la vida social, indicó que “no es tan evidente, porque en el debate en Ciencias Sociales, este es un aspecto que no ha sido lo suficientemente trabajado, investigado”, con falta de acuerdo y desarrollo en la temática, por cuanto “el tema de la autoridad se asimiló a la cuestión de la dominación” en las corrientes teóricas.

Tras desarrollar el tema, Kathya Araujo resumió que “aunque es una buena noticia que el autoritarismo ha sido puesto en cuestión, la mala noticia es que las condiciones para que la reconfiguración de la autoridad hacia otras formas de ejercicio no son para nada las mejores hoy. El fin del autoritarismo debe dar lugar a otras modalidades hegemónicas de ejercicio de la autoridad, pero esta reconfiguración no cuenta con el terreno adecuado, primero, porque se mantiene la creencia en que el autoritarismo es eficaz; en segundo lugar, porque hay una extendida sospecha respecto de cualquier ejercicio del poder, lo que incluye a la autoridad; tercero, porque con la asimilación de autoritarismo y autoridad se extiende la idea de que uno podría prescindir de la autoridad, y cuarto, porque se profundiza en lógicas de confrontación de poderes que reducen el espacio para fórmulas más pacificadas. Un riesgo central de este contexto es que el desenlace de este momento de reconfiguración de la autoridad que esté en curso no sea auspicioso; que lo que se concrete no sea la victoria de algunas tendencias que hemos ido encontrando. (…) Y que por tanto lo que acontezca sea que se fortalezcan tendencias más bien autoritarias y de reafirmación de fórmulas autoritarias de nuevo cuño”.

La ceremonia completa, incluyendo la conferencia de la doctora Kathya Araujo, está disponible en https://youtu.be/vKZ-QQx9v68.