Profesor Mauricio Ureta asumió dirección de la Escuela de Trabajo Social de la UV
*En un sencillo y emotivo acto triestamental, la profesora Elena Salum entregó la dirección, tras siete años a la cabeza de la unidad académica.
En un sencillo acto que contó con participación triestamental, este jueves 4 de noviembre asumió la dirección de la Escuela de Trabajo Social el profesor Mauricio Ureta, quien sucede en el cargo a la profesora Elena Salum, que estuvo durante siete años a la cabeza de la unidad académica.
Tras la tramitación correspondiente visada por el contralor de la UV, representantes de la comunidad de la Escuela de Trabajo Social despidieron a la directora saliente y dieron la bienvenida a la nueva autoridad, con presencia de académicos, funcionarios y estudiantes.
En la ocasión, el decano de la Facultad de Ciencias Sociales, a la que pertenece Trabajo Social, destacó la relevancia del hecho, y afirmó que “la profesora Elena Salum termina un ciclo, que yo creo muy relevante, con una gestión muy significativa para el desarrollo de la Escuela de Trabajo Social; ella además lideró esta Escuela en el proceso de creación de la Facultad de Ciencias Sociales, por lo tanto yo tengo una valoración muy importante por su gestión. Y también una oportunidad de iniciar un nuevo ciclo con un liderazgo nuevo, de continuidad del trabajo anterior, con el profesor Mauricio Ureta, que estoy seguro va a poder enfrentar y conducir los desafíos que esta Escuela tiene que asumir de cara a su certificación durante este año y el próximo y de seguir desarrollando su innovación curricular, el desarrollo del postgrado, etcétera. Creo que el profesor Ureta va a asumir ese liderazgo sin ninguna duda”.
Escuela icónica
Por su parte, el nuevo director Mauricio Ureta indicó: “Hoy día estamos recibiendo una Escuela que es icónica para el Trabajo Social nacional, una Escuela con 76 años de historia y heredera de la tradición de las universidades públicas. Creemos que tenemos un desafío enorme, en un Chile que está cambiando, que va a seguir cambiando, y estamos convencidos de que contamos con un equipo de profesores, de académicos y de estudiantes muy motivados para estos cambios. Así que contentos y satisfechos por la tarea que se ha hecho, pero con un desafío enorme por venir. Creo que el principal desafío hoy en día es que justamente nuestros estudiantes obtengan lo que les hemos ofrecido ya en el discurso, y que es una Escuela de calidad, que se proyecte hacia el siglo 21 como una Escuela moderna, pero conservando la tradición, la historia y el respeto a lo que ha sido el Trabajo Social nacional”.
Consultado sobre la respuesta que da la Escuela a la necesidad actual que tiene el país de trabajadores sociales comprometidos, el profesor Ureta manifestó que “así es, y prueba de ello es que tenemos una gran cantidad de estudiantes que cada año se interesan por esta profesión, y además en esta universidad, que es una universidad republicana, laica, independiente de sellos y de sesgos, que imprime en nuestros estudiantes ese valor por la dignidad, por el respeto irrestricto a los Derechos Humanos y por el trabajo ante las injusticias sociales, que hoy día es un gran tema, pero que para nosotros ha sido nuestra historia”.
A su vez, Elena Farías, estudiante de último semestre de la carrera de Trabajo Social, representante del Centro de Estudiantes de la Escuela, se refirió a la relevancia del cambio de mando, indicando que es “súper importante en crear una nueva Escuela, nuevos vínculos. Creemos que los tres estamentos somos igual de importantes, así que queremos una nueva Escuela, una nueva triestamentalidad, y por eso venimos a darle, como acto simbólico, la bienvenida al nuevo estamento estudiantil y al nuevo estamento académico”. Asimismo, se refirió a la despedida a Elena Salum, “porque ella también realizó una gestión por largo tiempo, agradecemos eso, y agradecemos que se haya quedado ahí firme a pesar de lo difíciles que fueron estos años”.
Período complejo
La directora saliente, Elena Salum, tras ocupar el cargo desde 2014, expresó que para ella “se cierra un ciclo; me tocó un período difícil, primero de un retiro de parte importante de profesores que se fueron (…), después vinieron las movilizaciones estudiantiles, el cambio desde la Facultad de Derecho a la Facultad de Ciencias Sociales. (…) Luego vino la revuelta social, después la pandemia, ahora el retorno progresivo con las clases híbridas. Hemos tenido muchos avances, nos hemos hecho cargo de las observaciones que tuvimos la acreditación pasada; estamos ad portas de un proceso de certificación en junio del 2022 y vamos con una batería muy fuerte de avances”.
Junto con destacar los avances de la Escuela en las distintas áreas y el reforzamiento del equipo académico, enfatizó “mis agradecimientos al equipo administrativo de la Escuela, a Roxana Ruiz, que es la secretaria de dirección, a Fabiola Parrao, secretaria de docencia, ya Denitza Pulgar, secretaria de profesores. (…) A todos los funcionarios, a José, a Pedro, a Manuel y a Jorge, que son nuestros auxiliares; a todo el equipo académico, a todo el aporte que se ha hecho”. También destacó “el papel que han tenido las mujeres, funcionarias y académicas, por el doble rol que esto significa en las responsabilidades personales. Creo haberlo hecho, como acostumbro, con mucha dedicación y compromiso, lo más profesional posible, y tratando de navegar en tiempos que fueron muy complejos, pero que gracias al apoyo que hemos tenido de todo el equipo de la Escuela y nuestros estudiantes, ha sido un trabajo colaborativo, ha sido un aprendizaje, ha sido un crecimiento personal. Los ciclos se cierran y creo que dejo la Escuela en muy buen pie, me voy contenta porque la Escuela queda en muy buenas manos, no me cabe duda de que el profesor Ureta va a seguir adelante y a llevar esta iniciativa con éxito”.