“Estamos muy orgullosos de nuestro Plan de Desarrollo Estratégico, que corresponde a un trabajo muy arduo”
*Afirma directora de la Escuela de Trabajo Social, Elena Salum, quien junto al profesor Francisco Sotomayor se refieren al proceso de desarrollo del PDE.
Una intensa y ardua tarea ha cumplido la Escuela de Trabajo Social de la UV en su Plan de Desarrollo Estratégico, destacado por su claridad y acuciosidad. Se trata de una labor llevada a efecto con la colaboración y participación de los tres estamentos, y enfocada en el mejoramiento continuo, con líneas claras de trabajo en consonancia con los lineamientos de la casa de estudios.
La directora de la Escuela, Elena Salum, y el profesor Francisco Sotomayor, trabajaron junto a Cecilia Concha, Elizabeth Vargas, Diego Guerrero y Héctor Díaz, profesores a cargo del proceso e integrantes permanentes o temporales del Comité de Autoevaluación y Seguimiento del Plan de Mejora. La directora y el profesor Sotomayor
cuentan cómo se desarrolló el PDE, cuál es su importancia y cómo se organizaron para desarrollarlo.
−¿Cuál es la importancia del Plan de Desarrollo para la Escuela?
Elena Salum: “El Plan de desarrollo viene a constituirse en la carta de navegación que orientará el desarrollo estratégico de la unidad académica en el quinquenio 2020-2025. Este Plan corresponde a un instrumento de planificación completamente alineado con el Plan de Desarrollo Estratégico Institucional (PDEI-UV, período 2015-2020).
”El diseño de Plan de Desarrollo utilizado por la Escuela está basado en el modelo de planificación estratégica y se centra en la metodología de marco lógico, la que es adaptada a las características de una institución de educación superior como lo es nuestra Universidad y también es adaptada a las características propias de nuestra Escuela. El énfasis principal ha sido el velar por la participación de la comunidad de la Escuela en su elaboración.
”Existen tres razones para argumentar respecto de la importancia de este documento centrado exclusivamente en el quehacer y desarrollo transversal de la Escuela de Trabajo Social de la Universidad de Valparaíso durante los próximos años: en primer lugar, porque en su elaboración se logra la integración y convergencia de los desafíos y proyecciones en las áreas de pregrado, investigación, postítulo y postgrado y educación continua, vinculación con el medio, y gestión, en coherencia con el escenario en el que se desenvuelve la educación superior en Chile. En segundo lugar, porque servirá de guía y de referente para la toma de decisiones de la unidad académica; por tanto, su formulación, implementación, evaluación y control son producto de los compromisos consensuados por los tres estamentos que componen la Escuela, estableciendo así las bases de proyección desarrollo, autorregulación y aseguramiento de la calidad para los próximos cinco años. Finalmente, y en tercer lugar, porque aporta un tratamiento riguroso y una propuesta innovadora para el mejoramiento de la gestión de la unidad académica para este quinquenio y para los procesos de autoevaluación con fines de acreditación”.
Francisco Sotomayor: “Este es un desafío importante que también se plantea la Escuela, para dialogar con las nuevas tendencias. Porque este es un proceso de modificación y actualización que nace a partir de una innovación curricular, que tiene luego un paraguas en términos de la lógica de planificación y de instrumentos que van favoreciendo la conversación. En el fondo, una Escuela que sea mucho más orgánica desde el punto de vista de sus distintas ramas y líneas de trabajo, y yo creo que ese fue el espíritu detrás de la consideración de cada uno de los indicadores, de cada uno de los objetivos: el diálogo constante entre las distintas líneas de trabajo interna que posee la unidad académica”.
−¿Qué representa para la Escuela el haber desarrollado el Plan de Desarrollo Estratégico?
Elena Salum: “Representa en primer lugar la satisfacción para la Dirección de la Escuela, en términos de haber dado cumplimiento a un extenso y riguroso proceso de planificación, que como señalé anteriormente, ha contado con el compromiso y la activa participación de todos los estamentos que la componen, y eso ha permitido la generación de un producto que orienta de manera efectiva el rumbo futuro de la Escuela, y lo que está haciendo es potenciar una acción innovadora de dirección y liderazgo, todo ello transversalizado por un carácter colaborativo y triestamental.
”Este proceso de planificación ha abarcado un extenso y sistemático trabajo conjunto que se inicia en la Facultad de Ciencias Sociales −decano y directores y directors de Escuela−, para elaborar el Plan de Desarrollo Estratégico de la Facso. Posteriormente se inició este trabajo de planificación en la Escuela de Trabajo Social, en el cual participaron dirección de escuela, cuerpo académico, académicos, funcionarios, estudiantes y Comité de Autoevaluación y Seguimiento de la carrera, y la administración central, representada por la Dirección de Planificación, el cual se extiende desde el año 2019 a la fecha.
”La implementación del trabajo de planificación realizado por la unidad académica se articuló en dos momentos: un primer momento que consistió en la evaluación del Plan de Desarrollo Estratégico del período 2014-2019, lo que implicó efectuar retroalimentación y generar acuerdos para cierre y actualización del plan en un reporte consolidado que arrojó como resultado un 90 por ciento de cumplimiento; y un segundo momento, centrado en tareas de avance en la elaboración del nuevo plan de desarrollo 2020-2025, con especial énfasis en el resguardo de la coherencia, consistencia y cohesión entre los distintos niveles de la orgánica universitaria, el plan de mejora y los procesos de autoevaluación con fines de acreditación. Todo este trabajo desarrollado por el Comité de Autoevaluación y por todos los integrantes de la comunidad Escuela tributará al próximo Proceso de Certificación de la unidad académica a efectuarse el junio del 2022, y también a potenciar a la Facultad de Ciencias Sociales y a la Universidad, en el próximo proceso de Acreditación Institucional”.
−¿Cómo se organizaron para hacer el Plan de Desarrollo?
Francisco Sotomayor: “Son cinco fases en las que empezamos a trabajar este procedimiento. Primero, la organización y diseño del proceso desde el Comité de Autoevaluación y seguimiento del plan de mejoras, que nace a partir de la perspectiva de que durante el 2022 la Escuela enfrentará un nuevo proceso de certificación.
”La segunda fase fue el levantamiento de información. Los procedimientos que establece la propia Universidad dicen que hay una fase de diálogo con los distintos estamentos: docentes, estudiantes, exalumno/as, empleadores y funcionario/as. También participaron exestudiantes, egresados, la comunidad de trabajadoras y trabajadores sociales ya titulados. También incorporamos fuertemente a los funcionarios, y esa fue una innovación de este Plan de Desarrollo Estratégico. Nosotros no dejamos a ningún actor de esta comunidad académica fuera, todos tuvieron participación. Por lo tanto, el FODA, que es la matriz que recoge las distintas sensibilidades detrás de la evaluación de cómo funciona nuestra Escuela y cómo debería funcionar, incorpora esas visiones.
”La tercera fase, una vez que teníamos ese FODA, fue que se distribuyeron los perfiles de proyecto, que son las líneas específicas de trabajo, y ahí se formaron comisiones. Luego, viene la cuarta fase, de validación y socialización; el PDE es validado por el claustro de la carrera, pero también por el consejo de Facultad. Luego de esto se inicia un proceso de socialización, en que hay que informar al resto de la comunidad que tenemos un documento rector en términos de la gestión; que cada una de las acciones en las distintas áreas no puede desagregarse de esas matrices generales en que se comprometió la Escuela. Esta fase está actualmente en marcha y consiste por ejemplo en la elaboración de videos breves de explicación. Esto está siendo actualmente gestionado por la directora con Extensión y Comunicaciones.
”La última fase es la implementación, porque los documentos pueden decir mucho, pero tienen que gestionarse. Esa es la parte más compleja, porque tenemos que instalar un proceso de planificación por proceso, que va tributando permanentemente cada una de las gestiones a la planificación general. Es la fase de mayor extensión en el tiempo, el monitoreo es cada cuatro meses y se ha intentado externalizar y descentralizar la gestión mediante el trabajo en carpetas drive y Smartsheet”.
−¿Cómo se articulan con la institución, Dirplan y la Escuela?
Francisco Sotomayor: “Hay tres líneas de trabajo que son permanentes en nuestra Escuela, el Comité de Autoevaluación no está desanclado de los diálogos con las otras acciones que se están realizando. Yo relevaría sobre todo el trabajo con la Dirplan; hay una disposición de parte de la Dirplan muy dialogante, muy apoyadora, de mucha asistencia técnica. Yo diría que son esas tres líneas: la primera es la asesoría técnica que constantemente nos da la Dirección de Planificación, a partir de la entrega de instrumentos, la socialización respecto a los indicadores, la revisión rigurosa, y con los tiempos adecuados respecto de cada uno de los documentos que enviamos. De verdad nos sentimos muy apoyados por la Dirección de Planificación.
”En segundo lugar, hay una revisión operativa de cada fase del PDE, las que siempre fueron en conversación con la Dirplan, por lo tanto, el avance fue muy fluido y siempre nos entregó seguridad. Este es un proceso en que si no tienes el diálogo con las contrapartes técnicas centrales, puedes ir avanzando y deshaciendo todo lo que avanzaste; si bien es cierto que las unidades académicas son autónomas en muchos aspectos, tienen que estar regidas por las orientaciones generales que entrega la Universidad.
”Y finalmente, la coordinación con las instancias internas UV con los otros estamentos, otras direcciones u otros recursos que tiene la Universidad. Esto ha sido muy positivo.
−¿Qué importancia tiene la carrera de Trabajo Social para el país en este entorno cambiante que estamos viviendo, tras un estallido social, con pandemia y ad portas de una nueva Constitución?
Elena Salum: “La carrera de Trabajo Social es una profesión orientada al cambio y la transformación social desde sus inicios. Por lo tanto, y en este contexto, es una profesión fundamental en estos tiempos actuales en sociedades que demandan con urgencia una fuerte presencia del Estado, que está asociada a la necesidad de que el Estado promocione, respete y garantice irrestrictamente el cumplimiento de los Derechos Humanos. Esta demanda ciudadana que tenemos, y que se está reflejando en este nuevo ejercicio constituyente, nos habla de concretizar el Estado de Bienestar, y en este contexto la profesión de Trabajo Social es fundamental, toda vez que busca dotar de herramientas a las personas, grupos y comunidades para que sean ellos los promotores de su propio cambio. Cuando hablamos de la ciudadanía, estamos entendiendo a una ciudadanía que tiene derechos, es portadora de derechos, no es un sujeto pasivo.
”El proceso formativo contemporáneo de trabajadores y trabajadoras sociales se caracteriza su complejidad, la que se ha visto incrementada por los grandes cambios sociopolíticos y también sanitarios: la revuelta social de octubre de 2019 y la pandemia por Covid-19. En este contexto, nuestra disciplina ha debido adaptarse a estos nuevos escenarios en los que observamos el surgimiento de nuevos contextos de intervención, en los cuales los actores, las instituciones y las agendas de Políticas Públicas se han visto modificadas y sometidas a la presión de una urgente necesidad de actualización. Nuestra profesión, y ciertamente nuestra Escuela de Trabajo Social, ha sabido posicionarse en el actual escenario. Se nos han abierto nuevos escenarios de cambio en materia de proceso formativo de trabajadores y trabajadoras sociales, nuevos escenarios en materia de investigaciones sociales, de intervención profesional, de iniciativas emprendedoras y proyectos de innovación social, todos ellos orientados a dar oportuna respuesta a las necesidades emergentes que tiene la ciudadanía. En ese contexto, como Escuela hemos sabido aprovechar estos nuevos escenarios, teniendo siempre presente el objetivo de generar conocimiento que sirva de fundamento para el mejoramiento de la intervención profesional y fortalecer el rol de la disciplina de Trabajo Social y su aporte a nuestro país y a nuestra sociedad en estos nuevos tiempos. Esta carrera es fundamental, es una carrera que se actualiza, y es la carrera que está llamada por su propia definición a contribuir a todos estos cambios y todas estas demandas ciudadanas”.
Francisco Sotomayor: “A mí me pone muy orgulloso que nuestra Escuela haya desatacado en materia de planificación, porque la planificación es una herramienta técnica y política muy importante para nuestra profesión. Nosotros nos caracterizamos por ser profesionales que organizamos, dirigimos, establecemos prioridades y jerarquizamos a partir de la racionalización de interacciones. Por lo tanto, habla bien de nuestra formación y de nuestros estudiantes que sus profesores lleven a cabo procesos de planificación que son reconocidos por la Dirección de Planificación de la propia Universidad de Valparaíso, una universidad pública. Me pone muy contento que nuestra unidad académica esté a la altura de lo que espera nuestra Universidad no solamente en términos institucionales, sino que también en términos formativos, y que eso se transmita en elementos concretos con nuestros estudiantes”.
Elena Salum: “Como Dirección de Escuela, estamos súper satisfechos, hemos trabajado fuertemente, rigurosamente y muy sistemáticamente. Ha sido un proceso continuo, con mucho aporte de la Dirplan, con mucha asesoría técnica, con mucho acompañamiento. Eso se ha plasmado en un Plan de Desarrollo Estratégico que en definitiva presenta diez proyectos que corresponden a un trabajo muy arduo. Es el compromiso de nuestra Escuela para los próximos cinco años”.
El Plan de Desarrollo Estratégico elaborado contempla un total de diez proyectos, entre los cuales se encuentran: fortalecimiento permanente de los procesos formativos de pregrado; fortalecimiento de la oferta formativa de postgrado, postítulo y educación continua de la Escuela de Trabajo Social; fortalecimiento de la generación y transferencia de conocimiento de la Escuela de Trabajo Social; fortalecimiento de las relaciones con egresadas/os y empleadoras/es de la Escuela de Trabajo Social; vinculación con el medio a través de prácticas, proyectos de título, TIPE y seminarios de grado; gestión y cultura organizacional; diseño de un protocolo de inducción de profesoras/es nuevas/os, administrativas/os y auxiliares; fortalecimiento y mejora de la infraestructura, tecnologías y recursos de aprendizaje; fortalecimiento del cuerpo académico y funcionarios/as no académicos de la Escuela.
Finalmente, la directora Elena Salum señala: “Como Dirección de Escuela, estamos muy satisfechos con el producto logrado, hemos trabajado en forma rigurosa y sistemática. La elaboración del DPE ha sido un proceso continuo, en el cual hemos contado con el acompañamiento y asesoría permanente de la Dirplan. Lo anterior se ha plasmado en un Plan de Desarrollo Estratégico que en definitiva presenta diez proyectos innovadores que tienen como característica fundamental la condición de posibilidad. Ese el compromiso de nuestra Escuela para avanzar en los próximos cinco años”.